Revista Stellium
Revista Stellium nació en Junio de 2019 cuando un grupo de astrólogues decidieron fundar un espacio de diálogo y reflexión para las nuevas voces en astrología. Buscamos generar lazos de cooperación, solidaridad y contacto. Abrazamos todas las prácticas astrológicas que propongan rigurosidad en su estudio y cuidado humano en su interpretación.
Publicaremos artículos de Revista Stellium en intervalos de unas 6 semanas. Un nuevo número aparece cuatro veces al año, en el equinoccio de marzo, el solsticio de junio, el equinoccio de septiembre y el solsticio de diciembre.
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Revista Stellium nació en Junio de 2019 cuando un grupo de astrólogues decidieron fundar un espacio de diálogo y reflexión para las nuevas voces en astrología. Buscamos generar lazos de cooperación, solidaridad y contacto. Abrazamos todas las prácticas astrológicas que propongan rigurosidad en su estudio y cuidado humano en su interpretación.
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Posiciones actuales de los planetas
28-Abr-2025, 02:36
TU/GMT
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| Sol | 8 | 4' 6" | 14n12 | ||
| Luna | 12 | 17' 8" | 19n02 | ||
| Mercurio | 11 | 43'50" | 2n01 | ||
| Venus | 28 | 37'54" | 0n55 | ||
| Marte | 4 | 16'50" | 21n11 | ||
| Júpiter | 20 | 47'41" | 22n53 | ||
| Saturno | 27 | 33' 6" | 2s48 | ||
| Urano | 26 | 9'16" | 19n05 | ||
| Neptuno | 1 | 0'19" | 0s46 | ||
| Plutón | 3 | 48'30" | 22s44 | ||
| Nodo real | 26 | 46'38"r | 1s17 | ||
| Quirón | 23 | 54'15" | 9n58 | ||
| Explicaciones de los símbolos | |||||
| Carta del momento | |||||
En tiempos liminales como los que vivimos, se vuelve imperativo apelar a referencias orgánicas que nos ubiquen y posibiliten que sigamos nutriendo nuestro registro somático y, con fortuna, nuestro testigo interior. Lo contrario implicaría perder la posibilidad de orientarnos (reconocer el Oriente, nacimiento del dador de coherencia, el Sol) y de experimentar el anclaje hacia adentro que nos permite diferenciarnos, desplegar agencia 1y discernir con cierta mirada crítica las corrientes subterráneas que conducen lo colectivo.
La visión de la Astrología como el estudio de los ciclos nos permite acercarnos a la interpretación de los tiempos que estamos viviendo desde la perspectiva de lo que crece, se desarrolla y muere para renacer. El ciclo es ese movimiento de principio a fin, con un comienzo o semilla y el movimiento hacia delante como despliegue de esa idea original que se plantó cuando todo arrancó.
Sabemos que hay una conexión directa entre la astrología y la mitología, pero esta no es una relación neutra, sino que está situada en un tiempo y un espacio. Estoy haciendo referencia a las culturas de Grecia y Roma: la guerra era un valor central, los dioses varones eran adorados y las mujeres ocupaban lugares secundarios y de sufrimiento.
Esta es la historia de un día verdaderamente inspirador en mi vida. A las 11 en punto de la mañana llegamos al rancho donde mi amigo Luis Fernando Villegas entrena a sus caballos. ¡Qué experiencia! Primero la música de la película de “Farinelli”, luego el bosque y Luis Fernando guiando a sus caballos, bailando y elevando toda la experiencia a un encuentro espiritual con los dioses.
La astrogenealogía es una disciplina que estudia las herencias familiares a través de la carta natal. Su nombre es la combinatoria de la palabra “astro”, que se refiere al uso de la astrología, y “genealogía”, ya que estudia las herencias del árbol genealógico. La astrogenealogía se nutre de la psicogenealogía, los desarrollos realizados en la década del 70 por algunos psicoanalistas franceses que comenzaron a investigar una dimensión más profunda del inconsciente familiar ligado a las memorias transgeneracionales.
Realizar una consulta astrológica requiere una serie de habilidades de difícil adquisición. Algunas de ellas exigen estudio, práctica y conocimiento. Otras se adquieren por otros caminos, más o menos conscientes. En este artículo, me gustaría reflexionar acerca de lo fundamental que es el arte de la presencia en el encuentro astrológico, las trabas o dificultades que nos pueden aparecer y cómo superarlas.
Estamos en puertas de 2023 y seguimos escribiendo la historia entre todxs. El 23 de marzo, poco después de la entrada del Sol en Aries que marca el equinoccio, Plutón comenzará a hacer su ingreso en el signo de Acuario por primera vez desde que el planeta fue descubierto. La entrada de Plutón a 0º de Acuario coincide con el punto en que Júpiter y Saturno tuvieron su gran conjunción el 21 de diciembre de 2020, dando el pistoletazo de salida al nuevo eje de conjunciones en aire, dando carpetazo a toda una era de materialismo.
Cuando pregunto a mis consultantes qué les trae al encuentro de los astros, muchxs me responden que quieren conocerse más a sí mismxs. El autoconocimiento es uno de los motores más fuertes a la hora de preguntarnos por nuestros códigos natales. Muchxs fantasean con saber algo de ellxs que aún no saben, a veces creyendo que lx astrólogx les dirá quiénes son con más claridad que lo que ellxs pueden definir, o incluso aventurará predicciones y consejos sobre qué les conviene hacer según sus energías natales.
La palabra “creatividad” tiene en el imaginario humano un peso importante. Pensar en la creatividad nos evoca a grandes artistas, obras colgadas en museos del mundo, inventos fuera de norma. En realidad, la creatividad no es otra cosa que la capacidad, humana o no, de crear. La vida crea constantemente en todos sus planos, y ese acto es un devenir continuo en el que todo está naciendo y soltándose para tomar una forma más o menos imprevista a cada momento.
Cuando los profesionales de la astrología hablamos de asteroides, aparecen en la discusión muchos puntos de vista. Como en toda plática astrológica, podrán decir. Pero lo sugestivo en cuanto a estos nuevos factores es que se debate sobre la necesidad y la utilidad de incorporarlos a la interpretación. Para muchos profesionales representan un enigma: son muchísimos, son “pequeños”, con poca masa, no existe mucha bibliografía en nuestro idioma y ya tenemos mucho trabajo con los planetas. En resumen: ¿debemos darle importancia a esos “cascotes” que orbitan entre Marte y Júpiter?
En el contexto contemporáneo, la astrología como práctica y pensamiento popular está creciendo exponencialmente. Se vuelve entonces de suma importancia revisar algunos supuestos e interpretaciones para profundizar en nuestras prácticas responsablemente.
Cuando vivimos el equinoccio de otoño en el Hemisferio Norte y primavera en el Hemisferio Sur es cuando el Sol comienza a transitar el signo de Libra, del elemento Aire. El grado cero de este signo cardinal aporta a la Humanidad un destello de comprensión de que la vida humana requiere de la unidad entre el cielo y la tierra, entre lo espiritual y lo material, lo individual y lo colectivo.
Catalina me contacta para hacer sesiones de terapia energética. Viene recomendada por una astróloga que le sugiere trabajar su código natal desde el cuerpo. Tenemos una entrevista previa por video llamada en la que me cuenta que quiere trabajar su Quirón en Tauro en casa IV. En este primer acercamiento, lo primero que detecto es la voz de su Luna en Virgo que explica técnicamente.
La relación entre astrología y psicoterapia somática parece apuntar a una complementariedad exacta y necesaria. Sabemos que el mapa no es el territorio. En este provechoso mutualismo, el Trabajo de Proceso (territorio) dispone de la carta natal (mapa) para profundizar en el descubrimiento de las múltiples capas de la psique. Simultáneamente, la astrología dispone de la somática para concretar, comprobar y encarnar el lenguaje sagrado en el presente.
Claude Debussy es considerado el creador del impresionismo musical junto a Maurice Ravel y Erik Satié. El impresionismo es una corriente que surge en Francia a finales del siglo XIX. Musicalmente se caracteriza por la libertad en el tempo, con capacidad de rubato1, por la utilización de modos no clásicos, la presentación de escalas con absoluta libertad tanto rítmica como armónicamente y por experimentar con el timbre y la sonoridad. Este último factor es el más importante de la música impresionista.
Al referirnos a la astrología dracónica, un buen comienzo puede ser el origen de la palabra zodíaco. Proviene del griego Zodiacus Kuklos que significa cinturón de animales. Un zodíaco es un cinturón de animales compuesto por doce signos que llevan los nombres de las constelaciones. El sol, en su recorrido aparente alrededor de la tierra, transita estos doce signos cada año. Los astrónomos llaman eclíptica a este trayecto; los astrólogos lo llaman zodíaco.
Hablar de Quirón es hablar del dolor sagrado, de la grieta que hace posible que la luz transpersonal entre en el individuo. Pero ¿Qué es el dolor? ¿Cuál es su naturaleza? Mi intención es que el presente estudio amplíe un poco el entendimiento sobre el sentido de nuestras heridas y nuestros dones para atender las necesidades de este planeta que demanda una humanidad sanadora.
La astrología y sus arquetipos pueden ayudarnos a buscar una respuesta. Y esta respuesta tal vez no sea del todo clara sino que se eleva difusa sobre un mar de nieblas, animándonos a navegar por él sin un rumbo fijo. No es una cuestión de blancos o negros sino más bien una aproximación simbólica, representativa de la crisis que enfrentamos hoy. Quizás se nos esté pidiendo no mirar al mundo sólo desde lo literal e inmediato.
La astrología es fundamentalmente el estudio de los ciclos y en esto, dada su antigüedad, el ciclo de 20 años entre una conjunción -dos planetas situados a 0º- de los planetas Júpiter y Saturno y la siguiente es uno de los más estudiados a lo largo de la historia. Esto viene dado por dos razones principales. En primer lugar, el concepto de tiempo en la antigüedad era muy diferente al nuestro. Pensemos que para elaborar algunas de las tareas que hoy se hacen al momento, en un tiempo pasado se empleaba un día entero e incluso podía llevar semanas culminarlas.
Nuestros ancestros percibían su mundo de un modo completo e íntegro. La vida espiritual, la nutrición, la salud, los vínculos personales y sociales, los mitos y la realidad tejían una malla compuesta de plantas, ritmos planetarios e historias. La vida del ser humano se desarrollaba dentro de un espacio que no era de su propiedad, sino que su existencia y desarrollo formaban parte de un vasto escenario en el cual resultaba fácil sentir el poder de la naturaleza. La naturaleza era la soberana de este mundo en el que orbitaban las leyendas y los saberes tradicionales que hoy recogemos de a fragmentos.
Cuando intentamos aventurarnos en el universo de lo femenino, solemos encontrarnos con un clásico dilema: la mujer o la madre. El psiquismo humano está programado en la dicotomía entre lo femenino erótico, abierto y magnético, y el principio maternal, protector y nutricio. De ahí que gran parte de la cultura, sobre todo la occidental, esté dividida entre imágenes de mujeres sensuales y atractivas rodeadas de varones deseantes, en contraste con madres dadivosas atentas a sus niños y generalmente en ausencia de varones.